Biogás: la nueva apuesta de Europa
Con el biogás, el sector químico demuestra una vez más que forma parte de la solución a los grandes retos climáticos y geopolíticos actuales. Combustible renovable de origen biológico, motor de circularidad que transforma los pasivos medioambientales en activos energéticos, el biogás adquiere un nuevo protagonismo.
Las cifras son claras sobre la importancia del biogás para cumplir los objetivos de descarbonización y reducir la dependencia de las fuentes de energía fósiles, que en su gran mayoría proceden de mercados fuera de la Unión Europea.
Una de las grandes ventajas del biogás (o biometano -una versión purificada del biogás, químicamente equivalente al gas natural y con la misma cantidad de energía-) es su versatilidad y adaptación a las infraestructuras existentes: puede inyectarse en la red y transportarse como el gas natural que conocemos, y es compatible con los mismos equipos, ya sean domésticos o industriales, con evidentes ventajas económicas y de desarrollo.
Las cifras de la Asociación Europea de Biogás (EBA) confirman que el mercado es consciente de estas ventajas:
• Se prevé que la producción actual de unos 21 millones de m3 (bcm) de biogás (17 bcm) y biometano (4 bcm) combinados casi se duplique de aquí a 2030 y se quintuplique de aquí a 2050;
• En 2050, el potencial de producción de biogás debería cubrir en torno al 40% del consumo de gas de la Unión Europea, cifra que podría aumentar a más del 60% si se reduce la demanda de este combustible. Actualmente, la UE sólo produce el 15% del gas que consume;
• Para acompañar este crecimiento, se calcula que en 2030 habrá 465.000 empleos vinculados a esta industria y más de 1,7 millones en 2050.
"Las energías renovables nos dan la libertad de elegir una fuente de energía limpia, asequible, fiable y nuestra"
Frans Timmermans, ex Vicepresidente de la Comisión Europea
Aumento exponencial de la inversión... y del rendimiento
Los objetivos para el biogás son ambiciosos, pero el impulso es evidente y el sector avanza rápidamente hacia una transición efectiva.
Según un estudio de 2024 publicado por la European Biogas Agency (EBA), el sector recibirá unos 24.500 millones de euros de inversión de aquí a 2030, la mayor parte de ellos destinados a la instalación de 950 nuevas plantas industriales dedicadas a la producción de biometano, que se sumarán a las más de 1.500 existentes en la actualidad (un 32% más que en 2023).
Otro informe de la EBA muestra que, en 2030, los beneficios del sistema global de producción de biometano en la UE-27 + Reino Unido podrían oscilar entre 38.000 y 78.000 millones de euros anuales, cifra que aumentaría hasta 133.000-283.000 millones de euros en 2050.
Clave para la industria
Las ventajas del biogás son transversales a muchos sectores, pero la industria es uno de los que más puede beneficiarse de su incorporación. Este elemento puede convertirse en fundamental para cumplir los objetivos de sostenibilidad y reducir los costes de explotación al aumentar la autosuficiencia energética. Además, para las instalaciones que ya utilizan gas natural, no hay costes de adaptación a la red.
Según datos de 2021, la industria era responsable de más de una cuarta parte de la energía total consumida en la UE, de la que sólo un 10% procedía de fuentes renovables y, en cambio, un 33% del gas natural. Se trata de una importante ventana de oportunidad para el biogás, en un marco europeo de transición hacia una industria baja en carbono, propugnada por grandes iniciativas como el Green Deal, RePowerEU o, más recientemente, la Declaración de Amberes.
Incluso teniendo en cuenta la enorme diversidad de procesos implicados y las necesidades energéticas de la industria europea, el biogás podría ser la solución «verde» para muchos de ellos, especialmente los que requieren altas temperaturas y presión de vapor. Además, el biogás restante podría comercializarse para la red pública de suministro.
La digestión anaerobia (sin uso de oxígeno) -o «biodigestión»- es, junto con la gasificación térmica, uno de los métodos utilizados para obtener biogás. Según la EBA, el primer proceso debería representar más del 60% de la producción de este combustible renovable de aquí a 2040, dada su versatilidad y amplia gama de aplicaciones en los contextos más variados. El uso de biomasa en sistemas de tratamiento de aguas residuales industriales es un buen ejemplo, y se espera que represente el 12% de la producción de biogás mediante digestión anaerobia.
Mercado ibérico con alto potencial
En 2040, según la misma organización, Portugal debería ocupar el 12º lugar entre los países productores de biogás (teniendo en cuenta la UE27 y el Reino Unido), mientras que España ocupará el 3º lugar, sólo por detrás de Alemania y Francia. En España, se espera que la inversión en el mercado del biogás para 2030 ascienda a unos 1.500 millones de euros, y Portugal recibirá una dotación de unos 340 millones de euros.
En este contexto de alto potencial del mercado ibérico, donde está previsto invertir casi 2.000 millones de euros en los próximos cinco años y donde actualmente existe un potencial de más de 2.300 instalaciones, ha nacido recientemente Bondalti Biogás, una división de Bondalti Water, empresa dedicada al tratamiento y reutilización de aguas, orientada específicamente a esta área.
En línea con su fuerte vocación ibérica, Bondalti Water pretende hacer de este segmento un eje estratégico de su actividad, apoyándose en décadas de experiencia y know-how en el tratamiento de aguas residuales, segmento en el que es líder ibérico, así como en su capacidad de suministro integral, incluyendo ingeniería, procurement, construcción y asesoramiento técnico.