El Mañana Importa
Water

«En última instancia, las vidas dependen de ello» - el proyecto Bondalti Water en la Antártida

En condiciones extremas, un equipo portugués asumió un reto improbable: garantizar agua potable en uno de los lugares más remotos e inhóspitos del planeta. La misión parecía imposible: temperaturas inferiores a -25 grados, vientos ciclónicos capaces de alcanzar los 200 kilómetros por hora y una complejidad logística capaz de intimidar al más experimentado. Pero rendirse nunca fue una opción y el proyecto antártico se hizo realidad de la mano de Bondalti Water.

«En última instancia, las vidas dependen de ello» - el proyecto Bondalti Water en la Antártida

«Este proyecto fue inolvidable para quienes colaboramos en él por el contexto en el que se llevó a cabo, pero a la vez extremadamente exigente desde el punto de vista técnico y humano». Para Jorge Taboada, jefe de proyecto de Bondalti Water, que estuvo en esta misión acompañado por el técnico Carlos Mesquita, suministrar agua potable a una estación científica en la Antártida ocupa un lugar especial en su memoria. Un reto técnico, pero de enorme trascendencia humana: «La resistencia y fiabilidad del sistema eran cruciales, porque en última instancia de ello dependían vidas humanas».

La historia de este memorable trabajo comienza en 2013. El proyecto de la Antártida consistía en desarrollar e instalar un sistema de tratamiento de agua para consumo humano, uso en laboratorio y otros usos en el centro de investigación científica «Estación Comandante Ferraz», situado en la isla Rey Jorge, en el océano Glacial Antártico, a 850 km de Sudamérica. En este pequeño pedazo de tierra, con poco más de 1.000 kilómetros cuadrados (aproximadamente un tercio del área metropolitana de Lisboa), la temperatura media del aire es de -2,8oC, oscilando entre 14oC y -28oC, acompañada de vientos ciclónicos.

Actuando en el ámbito del Programa Antártico Brasileño (Proantar), la «Estación Comandante Ferraz», dirigida por la Marina brasileña, tiene la misión de estudiar los fenómenos naturales que ocurren en la Antártida debido al cambio climático -cuyos efectos son evidentes en la composición de los glaciares-, así como sus consecuencias en América del Sur, incluso en el corazón verde que es la Amazonia. Sus actividades también incluyen la investigación geológica, la recogida de ADN medioambiental y el desarrollo de biotecnologías.

Ocupando una superficie de 4.000 metros cuadrados, la estación alberga permanentemente a 64 personas durante el invierno y puede alojar a un total de unas 100 personas en verano, incluidos investigadores de todo el mundo. Por tanto, era absolutamente vital garantizar la disponibilidad de agua potable suficiente durante todo el año, en cualquier circunstancia.

Tecnología avanzada y sistemas fiables garantizan un suministro continuo

La participación de Bondalti Water en este proyecto se produjo después de que un violento incendio destruyera en 2012 alrededor del 70% de las instalaciones de la estación, 28 años después de su inauguración en 1984, y provocara la paralización de la actividad durante dos años. La fase de diseño de la nueva estación comenzó en 2013 y en 2016, tras un concurso internacional, se inició la reconstrucción, a cargo de una empresa china con la que Bondalti Water firmó un contrato para suministrar todo el sistema de tratamiento de agua.

El proyecto de Bondalti Water consiste en captar agua de dos lagos cercanos a las instalaciones (solo durante tres meses al año, debido a las heladas) y del mar (todo el año), a un mínimo de 5oC. A continuación, esta agua pasa por sistemas avanzados de tratamiento adaptados a las distintas características de las fuentes de agua - dulce y salada - mediante tecnologías de desalinización, ósmosis inversa, filtración multimedia y desinfección ultravioleta. En total, el sistema puede producir hasta 20 m3/día de agua potable, que luego se trata y se vierte al mar.

Como recuerda Jorge Taboada, «las bajísimas temperaturas obligaron a adaptar el tamaño y la cantidad de membranas de los equipos de filtración, ya que se encogen con el frío extremo».

Otro aspecto muy importante era garantizar que, en caso de anomalía, la población residente no perdiera el acceso a este recurso vital. En caso de fallo de cualquier equipo, los sistemas alternativos entran inmediatamente en funcionamiento, manteniendo una operación ininterrumpida: «Teniendo en cuenta el difícil y largo acceso, así como las adversas condiciones climáticas del lugar, todos los componentes críticos se instalaron en redundancia, es decir, por duplicado, para garantizar una gran robustez.»

El mantenimiento de los equipos corre a cargo de los militares brasileños residentes, con el apoyo técnico a distancia de Bondalti Water.

Logística compleja

Todo el sistema se diseñó, premontó y probó en las instalaciones de Bondalti Water en Portugal antes de emprender un viaje de unos 44.000 kilómetros.

En una compleja operación de logística internacional, el equipo se transportó por mar en cinco contenedores desde Portugal a Rotterdam (Países Bajos), de allí a Shanghai (China), y de Shanghai al extremo sur de Chile, en Punta Arenas, desde donde finalmente se dirigió, en un barco fletado por la marina brasileña, a la isla Rey Jorge. Entre medias, recordamos el siempre arriesgado paso por el estrecho de Drake, conocido por tener algunas de las aguas más turbulentas del planeta.

Para el equipo de Bondalti Water, el proyecto supuso una estancia de casi dos meses en la Antártida para asegurar la correcta instalación y puesta en marcha del sistema, y unos 15 días en el mar. Tras una estancia inicial de 37 días, que comenzó el 12 de marzo de 2019, siguieron otros 14 días en la Antártida para completar los trabajos y para el evento de inauguración, celebrado el 15 de enero de 2020, que contó con la presencia de Marcos Pontes, entonces ministro de Ciencia, Tecnología e Innovaciones de Brasil y primer astronauta de habla portuguesa, y del entonces vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão.

Jorge Taboada y Carlos Mesquita

Para Bondalti Water, este proyecto es un verdadero escaparate de su excelencia tecnológica y de su capacidad para responder a los retos más exigentes en cualquier parte del mundo, pero también representa un compromiso renovado con la sostenibilidad del planeta.

Ámbito
Captación y tratamiento del agua

Proyecto
Antártida

Tema/Reto
Suministro de agua potable a la estación Comandante Ferraz

Localización
Isla Rey Jorge, Antártida

Duración
2013-2020