¿Cómo responde la universidad a las expectativas del mundo empresarial y en qué áreas debería promover una mejor colaboración? En un momento en que la ética, la gobernanza y la sostenibilidad se han convertido en los principales motores del éxito y la reputación, ¿qué papel pueden desempeñar las universidades en la promoción de un liderazgo más responsable?
Estos fueron algunos de los temas discutidos en la mesa redonda titulada «Más allá de las torres de marfil: ¿cómo pueden converger y colaborar las universidades y las empresas?» , que forma parte del programa de conferencias internacionales «La universidad como epicentro de la responsabilidad social», promovido en Oporto por la Universidad Católica, y en el que participó Susana Carvalho, coordinadora de Sostenibilidad y Transición Climática de Bondalti.
A la conferencia asistieron profesores, estudiantes y representantes de organizaciones sociales y del sector empresarial, quienes discutieron temas como las prácticas pedagógicas innovadoras, la ciencia y la ciudadanía, la transición alimentaria y climática, las artes y la justicia social.
En la mesa redonda, moderada por el vicerrector de la Universidad Católica de Oporto, João Pinto, Susana Carvalho sostuvo que «las empresas deben invertir cada vez más en inversiones sociales y sostenibles, lo que implica pasar de un modelo centrado en la filantropía a un modelo de inversión con rentabilidad, que debe medirse incluyendo el impacto positivo generado para todas las partes interesadas y para la sociedad en general».
Como forma de responder a cuestiones cada vez más transversales y complejas y de mejorar los beneficios de una colaboración profunda, «es esencial crear puentes muy estrechos entre el mundo académico, las empresas y las organizaciones sociales y destacar el papel de las universidades como epicentro de la innovación y la investigación. Este es el camino en el que Bondalti cree y que hemos puesto en práctica, manteniendo la proximidad con varias universidades portuguesas», subrayó.
Susana Carvalho también agregó que «las universidades pueden y deben buscar oportunidades y apelar a la participación directa y objetiva de las empresas, asumiendo que son la fuerza motriz que desafía a las organizaciones a imaginar nuevos escenarios de desarrollo, a repensar su gestión e incluso a crear valor para sus accionistas y otras partes interesadas». Paralelamente, sostuvo que «las empresas deben mirar a las universidades como una fuente de innovación para resolver conjuntamente los desafíos que encontrarán en este viaje hacia la transición climática, con miras a una mayor equidad social y sostenibilidad de los modelos de negocio».